........NADA REAL PUEDE SER AMENAZADO, NADA IRREAL EXISTE Y EN ESTO LLEGA EL AMOR....

15/2/17

EL VIOLINISTA, UN POCO DE COLOR EN MEDIO DEL GRIS

Este vídeo me emocionó, se lo dedico a todos los que hemos decidido vivir en el amor y estar enamorados de la vida. Nuestro niño interior siempre se asombra del violinista de color. Todos tenemos ese amor en nuestro interior. Cualquier día lo veremos con tanta emoción que saldrán lagrimas de nuestros ojos y amor de nuestro corazón.



Muchas veces me siento como ese violinista, solo está compartiendo lo que le hace feliz, sin esperar nada a cambio, pero le alegra cuando un niño se da cuenta y lo escucha. Cuando se siente que sirve a alguien a despertar… le hace feliz.

Me ha encantado este simple cuento, lo más hermoso es que no tenemos que ser grandes maestros, ni saber tocarlo tan siquiera, solo hay que animarse un buen día...

UN GUERRERO, NO RENUNCIA A LO QUE AMA, SINO QUE ENCUENTRA EL AMOR EN LO QUE HACE.


GRACIAS FAMILIA, NOS AMO

12/2/17

LA MEDITACIÓN, KRISHNAMURTI

                    
De modo que ahora vamos a meditar juntos, no deliberadamente, porque no existe la meditación deliberada. Es como dejar la ventana abierta y el aire llega cuando quiere -cualquier cosa que el aire traiga, sea como fuere la brisa-. Pero si esperan que las brisas lleguen porque han abierto la ventana, éstas jamás llegarán. La ventana tiene que ser abierta por amor, por afecto, desde la libertad, no porque uno desee algo. Y ese es el estado de belleza, es el estado de la mente que ve y no exige nada.
 
Estar atentos implica un estado extraordinario de la mente estar atentos a cuanto les rodea, a los árboles, al pájaro que canta, al Sol que está detrás de ustedes; estar atentos a los rostros, a las sonrisas; estar atentos a la suciedad del camino, a la belleza de la tierra, a la palmera contra el cielo rojo del crepúsculo, a la onda sobre el agua, simplemente estar atentos, sin preferencia alguna. Por favor, háganlo mientras prosiguen con esto. Escuchen a estos pájaros, sin nombrarlos, no reconozcan la especie, sólo escuchen el sonido. Escuchen los movimientos del propio pensar, no los controlen, no los moldeen, no digan: "Esto es bueno, eso es malo". Simplemente, muévanse con ello.

Eso es la percepción alerta, en la que no hay opción ni condena ni juicio ni comparación o interpretación; sólo observación pura. Eso hace que la mente sea altamente sensible. En el momento en que nombran, han retrocedido y la mente se embota, porque eso es lo que acostumbra hacer.
En ese estado de percepción alerta hay atención, no control ni concentración. Hay atención. O sea, escuchan a los pájaros, ven la puesta de sol, contemplan la quietud de los árboles, oyen pasar los automóviles, oyen a quien les habla; y están atentos al significado de las palabras, a sus propios pensamientos y sentimientos y al movimiento de esa atención.

10/2/17

MEDITAR CAMINANDO

“Caminar en plena consciencia nos trae la paz y la alegría, y hace nuestra vida real…. Cada día caminas a alguna parte, de modo que añadir la meditación caminando a tu vida no te tomará un tiempo adicional ni requerirá que vayas a un lugar diferente.”


La mente puede ir en mil direcciones.

Pero sobre esta hermosa senda, camino en paz.
A cada paso, un suave viento sopla.
A cada paso, se abre una flor.


Constantemente caminamos, pero con frecuencia se trata más de un correr. Nuestros apresura­dos pasos imprimen sobre la tierra ansiedad y pesar. Si podemos dar un paso en paz, podemos dar dos, tres,  cuatro y después cinco pasos por la paz y la felicidad de la humanidad y de la Tierra.

En la meditación caminando,  caminamos tan sólo por disfrutar caminando. Caminar sin llegar, esta es la técnica. Hay una palabra en sánscrito, apranihita. Significa sin deseo, sin finalidad. La idea es que no ponemos nada frente a nosotros y corremos tras ello. Cuando practicamos la me­ditación caminando, lo hacemos con este espíritu. Disfrutamos del caminar, sin ninguna finali­dad o destino particular. Nuestro caminar no es un medio para conseguir un fin. Caminamos por el placer de caminar.

Nuestra mente tiende a lanzarse de una cosa a otra, como un mono que salta de una rama a otra sin detenerse a descansar. Los pensamientos tienen millones de caminos y nos arrastran al mundo del olvido. Si podemos transformar nuestra senda en un campo para la meditación, nuestros pies darán cada paso con plena consciencia. Nuestra respiración estará en armonía con nuestros pasos y nuestra mente se relajará fácilmente de forma natural. Cada paso que demos reforzará nuestra paz y alegría dando lugar a una tranquila corriente de energía que fluirá a través de nosotros. Así podremos decir, ‘a cada paso, un suave viento sopla’.


Se puede practicar la meditación caminando siempre que tengas que andar, aunque solo se trate desde el coche hasta el trabajo o desde la cocina al salón. Siempre que andes hacia algún sitio, deja un tiempo suficiente para practicar;  si tardas tres minutos, date ocho o diez. Yo siempre que voy al aeropuerto me doy una hora extra para poder practicar allí la meditación caminando. Los amigos intentan retenerme hasta el último minuto, pero yo resisto. Les digo que necesito el tiempo. La meditación caminando es como comer. Con cada paso alimentamos nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Cuando caminamos con pesar y ansiedad, es como una espe­cie de comida basura. El alimento de la meditación caminando debe ser de alta calidad. Se trata solo de caminar despacio y disfrutar de un banquete de paz.

Thich Naht Hanh